EL CAMBA
Vengo del rancho del motacú,
donde canta el sayubú,
y en jasayeses traigo urucú
pa’ vender en Santa Cruz.
Y en mi churuno traigo somó
pa’ convidarlo al patrón,
y aquí en mi tari traigo el alcohol
pa’ ablandarle el corazón.
Y de borracho yo le diré:
“Arrégleme la cuentita patrón,
no quiero más trabajar por aquí,
quiero irme para el pobla’o”.
Y el patrón que enoja’o dirá:
“Agárrenme ese camba por favor,
tírenle dos ‘arrobitas’ nomás,
y que se mande mudar”.
¡Oh, mi Santa Cruz!, mi tierra natal,
quiero yo pasear por el arenal.
¡Oh, mi Santa Cruz!, mi tierra oriental,
quiero yo bailar para el carnaval.
Y de borracho yo le diré:
“Arrégleme la cuentita patrón,
no quiero más trabajar por aquí,
quiero irme para el pobla’o”.
Y el patrón que enoja’o dirá:
“Agárrenme ese camba por favor,
tírenle dos ‘arrobitas’ nomás,
y que se mande mudar”.
donde canta el sayubú,
y en jasayeses traigo urucú
pa’ vender en Santa Cruz.
Y en mi churuno traigo somó
pa’ convidarlo al patrón,
y aquí en mi tari traigo el alcohol
pa’ ablandarle el corazón.
Y de borracho yo le diré:
“Arrégleme la cuentita patrón,
no quiero más trabajar por aquí,
quiero irme para el pobla’o”.
Y el patrón que enoja’o dirá:
“Agárrenme ese camba por favor,
tírenle dos ‘arrobitas’ nomás,
y que se mande mudar”.
¡Oh, mi Santa Cruz!, mi tierra natal,
quiero yo pasear por el arenal.
¡Oh, mi Santa Cruz!, mi tierra oriental,
quiero yo bailar para el carnaval.
Y de borracho yo le diré:
“Arrégleme la cuentita patrón,
no quiero más trabajar por aquí,
quiero irme para el pobla’o”.
Y el patrón que enoja’o dirá:
“Agárrenme ese camba por favor,
tírenle dos ‘arrobitas’ nomás,
y que se mande mudar”.